1. Intravenosa. Importante en oncología para la administración de quimioterapia.
2. Intraarterial. Como la vía intravenosa, ésta podrá utilizarse en ciertos tratamientos con quimioterapia. Se estima que cuando se administra el fármaco por esta vía hay un retraso en la velocidad de infusión de un 12%, aproximadamente, por lo que habrá que calcular la concentración de medicamento para poder infundir al paciente la dosis adecuada.
3. Intratecal (epidural). En el tratamiento del dolor, crónico o agudo, a través de catéteres permanentes o temporales específicamente indicados para la administración de fármacos analgésicos.
4. Subcutánea. Es la vía de administración más utilizada, con un uso menos restringido que para las anteriores; permite un buen control de los síntomas (dolor, náuseas, disnea).